La lengua se constituye en el individuo
por el aprendizaje del habla que le rodea
Roland Barthes
Un
problema se va sosteniendo empecinadamente en los renglones que atañen al
razonamiento de lo que es y que hace parte esencial para el alimento de este
indiscutible canto.
En
la palabra que no teme pronunciar lo que va a pronunciar, socorrido en el
idioma grato que sobreviene en nuestra lingüística, y que en este momento llega
por las pretensiones de rendirle su
venenoso tributo, la cual nutre la calidad de la cuestión cardinal de este
escrito; las dimensiones exactas de su compuesto territorio, forjan la entidad
de sus costumbres, su arte y su lingüística, y sin hacer tanto teque teque
conceptual, señalare en precisión, la simplicidad de su reseña biográfica: su
criolla procedencia.
La
formulación de su problema tanto lingüístico como personológico, equivale a su débil
resolución crítica, y la vulnerabilidad de su cultura preñada con tanto sigilo
de las cosas más despreciables, su incipiente proceso cultural la han llevado
al amoldamiento conductual de elementos destartalados, su desenvolvimiento
social la llevan a la autentificación de su desfavorecida actitud hacia la
vida; aberrante y llena de brutal pueblerino lexema, su genuina resolución de
mesticidad desempeña el papel de su única función teatral y que
por una falta de prudencia e intelectualidad, recorren planos que por decirlo
de la manera más simple, nunca llegan a encajar en nuestra sociedad.
Vil
retazo juntado al azar de fantasmales atributos, desubicada proyección que solo
muestra desequilibrio, es nuestra pieza nacional, que acampea en el analfabetismo
cultural y que soslaya la erudición de amorfos intentos fracasados de querer
ser alguien, guayaca pura ante todo, salida de los barrancos del salado periférico, expresión
máxima divorciándose del bello habla nacional, presentación televisiva netamente
suburbana en efecto.
Este
es el vicio de crearle un crédito en las líneas que componen mis implicaciones
sociales e ideológicas, pero es su esencia, llama la atención y nada se puede
hacer para cambiarlo: es en definitiva lo que el criollo debe pagar por la
condición de su designio elemental, el esqueleto que anatómicamente traba el
discurso de los harapientos trajes de mi protagonista epónima, todo ha sido
presentado con exactitud, una película realmente insoportable, pero digna de
ser llevada al espectáculo de la noche.
El
cuerpo, la lengua y su alma ya han sido reconocidos,
y ya no tiene nada más que
perder.
Roberto Novoa Olvera
2 comentarios:
Una mujer con clase jamás deberia perder su estetica de elegancia, definitivamente Federico de que cuartucho de mala muerte habrás sacado este germen.
Estimada ex anónima jeje, este escrito no lo hice con el afán de perjudicar o entorpecer la vida de nadie, es más, si este tipo de redacciones pudieran servir para que exista algun cambio actitudinal y linguistico de nuestras mujeres, mejor dicho de algunas mujeres, seria estupendo en definitiva.
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